Lo que en sus primeros capítulos parecía ser la historia de un hombre recién divorciado, sufriendo una crísis de los 40, luchando para volver a insertarse en el mundo de las citas y el sexo virtual terminó mutando, muy favorablemente, en otra cosa. Trata sobre la amistad, el matrimonio, la familia, el divorcio, las frustraciones, el cambio y también la permanencia. Se tocan temas como la satisfacción y la carencia de esta, la salud mental, en definitiva es una serie sobre la vida y como todo coliciona cuando se entra en la mediana edad. También es una historia que demuestra que cada persona conoce y tiene una versión de los hechos donde todos tenemos un mundo interno, probablemente desconocido para quienes nos acompañan.
Tenemos un relato narrado por una voz femenina, que es nada menos que Libby (Lizzy Caplan), la mejor amiga de Toby (Jesse Eisenberg). Él se acaba de separar y se muda a un pequeño apartamento para volver a empezar. Una mañana despierta y su ex mujer había dejado a sus hijos durante la noche sin decirle nada, no responde sus mensajes, no contesta las llamadas, el tiempo pasa y todo indica que no va a aparecer. En medio de la asaña para descubrir dónde está Rachel (Claire Danes) deberá entender cómo y por qué su vida, que parecía perfecta, se desmorona. Es una serie que engancha, intriga, te hace reír pero mas que nada llorar.
La nueva vida de Toby (título original: Fleishman Is in Trouble) es una miniserie dramatica de ocho capítulos, dirigida por Jonathan Dayton y Valerie Faris, basada en la novela homónima de Taffy Brodesser-Akner. Se puede ver en Star+, y la recomiendo.
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