El 22 de Diciembre de 1972, hace exactamente 51 años, Fernando Parrado y Roberto Canessa se encontraron con la salvación y la esperanza al lograr hallar al arriero chileno Sergio Catalán. En ese momento, habían transcurrido 72 días desde que el avión de la Fuerza Aérea Uruguaya se estrelló en la cordillera. De los 45 pasajeros que partieron el viernes 13 de octubre desde Montevideo, únicamente 16 lograron sobrevivir. Como Uruguaya crecí con el relato de este suceso tan increible como impactante, tan presente en nuestro imaginario y en nuestra historia.
¿Por qué es importante revivir los hechos y que esta historia se vuelva a contar?
Primero que nada, la historia es un testimonio de la capacidad humana para enfrentar desafíos extremos y superar situaciones adversas. La lucha por la supervivencia en condiciones tan difíciles sirve como una lección inspiradora y motivadora.
La historia plantea preguntas éticas y morales cruciales sobre las decisiones que las personas deben tomar en situaciones límite. Examina cómo la moralidad se pone a prueba cuando la vida está en juego, proporcionando reflexiones valiosas sobre la naturaleza humana.
Al revivir esta historia, se rinde homenaje a los héroes que emergieron en medio de la tragedia y nos enseña cómo la solidaridad y el compañerismo son fundamentales en las circunstancias más difíciles.
El 4 de enero se estrenará en Netflix , pero hoy tenemos la oportunidad de ver esta historia en pantalla grande y afirmo que es la mejor forma de vivir esta experiencia. La sociedad de la nieve dirigida y escrita por J. A. Bayona, está basada en el libro homónimo de Pablo Vierci. Se destaca por su impactante cinematografía, efectos visuales y sonoros que sumergen al espectador en la experiencia de acompañar a los personajes en esta travesía.
La película se mantiene fiel a los hechos reales, capturando con precisión los eventos históricos y ofreciendo una representación auténtica de la tragedia. Los sobrevivientes han comentado que es la adaptación con la que realmente se han visto reflejados. Los actores hicieron un trabajo magnífico demostrando un compromiso excepcional con sus personajes, entregando interpretaciones conmovedoras y auténticas.
Y uno de los puntos más destacables a mi criterio es el respeto y sensibilidad con la que se abordan todas las situaciones vividas por quienes estuvieron en la montaña, evitando sensacionalismos y tratando con empatía las complejidades de la historia.
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