Si lo hubiera sabido / 4 mitades – Dos recomendaciones para este fin de semana

Por Luciana Rodríguez

Desde tiempos inmemoriales el hombre se ha hecho una pregunta: ¿Qué hubiese pasado si…? (estoy segura de que alguna vez te lo has preguntado). El cine y la literatura también y es por eso que se han encargado de desarrollar todo tipo de historias en las que se explota esta idea.

El «efecto mariposa» (un pequeño cambio en un evento pasado puede generar una gran variación en el futuro), ha sido expuesto en películas divertidas como la saga de «Volver al futuro» o trágicas cómo «El efecto mariposa» precisamente.

Si sos una de esas personas que alguna vez se planteó esta incertidumbre seguramente disfrutes de estos estrenos de Netflix que te voy a recomendar:

Empecemos con una serie: «Si lo hubiera sabido». La protagonista de esta historia es Emma, una mujer de 30 y tantos, frustrada y con un matrimonio a punto de terminar. Una noche de eclipse, gracias a un deseo pedido a la llamada «luna de sangre» logra retroceder en el tiempo 10 años y cambiar su futuro de forma radical, lo que no tuvo en cuenta fue que al rechazar la propuesta de matrimonio con el que fue su marido perdió la posibilidad de que nazcan sus hijos.

En 8 capítulos Emma descubrirá una nueva vida y hará lo imposible para tratar de recuperarlos.

Lo interesante de esta serie es que a medida que avanzan los capítulos, la nueva Emma se aleja cada vez más de lo que había sido y la posibilidad de encontrarse con sus hijos se vuelve remota. Y uno como espectador se empieza a preguntar qué giro dará el guion para poder arreglar todo este embrollo y que no resulte un mamarracho.

«Si lo hubiera sabido» ha sido creada por Ece Yörenç, autora de Fatmagül, y para adaptar los guiones en español se ha contado con Irma Correa quien precisamente había sido la encargada de adaptar la famosa novela turca.

La segunda recomendación es «4 mitades«. Esta película italiana comienza planteando el concepto de las «almas gemelas» ¿existe en el mundo un único ser que nos completa, o cada una de las personas con las que nos relacionamos varía algo en nosotros y somos capaces de escribir nuestra historia de amor con cualquiera?

En este relato, una pareja de recién casados presenta a sus 4 amigos solteros Chiara (Ilenia Pastorelli), Matteo (Matteo Martari), Giulia (Matilde Gioli) y Dario (Giuseppe Maggio) con la intención de emparejarlos y nos muestra paralelamente la historia de las diferentes combinaciones, ¿Cómo se hubiesen desarrollado los acontecimientos según con quien se emparejara cada uno de ellos?

Lo interesante de estas dos recomendaciones es el planteamiento del concepto del destino y como cada una de nuestras decisiones (y las ajenas) ya sean cotidianas o importantes, nos pueden conducir a resultados totalmente diferentes.

The Walking Dead – episodio final temporada 10

Por Luciana Rodríguez

Se acaba de publicar la información que todos los fans de la serie estaban esperando: el episodio final de la décima temporada será publicado el día 4 de octubre.

La información se dio a conocer en el evento «ComicConAtHome» (convención de fans de cómics de San Diego) que gracias a la pandemia se está celebrando de forma virtual y también a través de las redes sociales de la serie.

En abril de este año se publicó el capítulo 15 de la décima temporada, quedando inconcluso el final de la misma.

Pero lo que todos los fans de la serie nos hemos estado preguntando es ¿qué pasó con Rick Grimes? personaje principal desde el comienzo de la historia interpretado por Andrew Lincoln que desapareció sorpresivamente en el episodio 5 de la novena temporada y hasta el momento nadie ha tenido noticias de él.

Lo cierto es que el desenlace de este personaje será revelado en una trilogía de películas del universo de «The Walking Dead».

El productor David Alpert anunció que la pausa que han tenido que hacer debido al coronavirus ha servido para que este proyecto sea mejor de lo que tenían pensado porque los ha hecho detenerse en los detalles y anuncia que va a ser algo «emocionante, único y realmente diferente».

Los dejo con las imágenes del adelanto del episodio final de la décima temporada.

No matarás – Y los nuevos proyectos de Mario Casas

Por Luciana Rodríguez

Filmax acaba de estrenar el tráiler de la nueva película del director David Victori «No matarás». Un thriller que nos muestra como todo puede cambiar en una sola noche.

Dani interpretado por Mario Casas, es un estudiante de medicina que ha dedicado varios años de su vida a cuidar de su padre, enfermo de cáncer. Luego de que este muere, decide retomar su vida y emprender un largo viaje, pero justo antes de eso, conoce a Mila (Milena Smit), una joven muy misteriosa con un carácter inestable, que convertirá su última noche en la ciudad en una auténtica pesadilla. 

Los acontecimientos de ese encuentro llevarán a Dani a plantearse cosas que jamás habría imaginado y que harán que su vida no vuelva a ser la misma. 

Su estreno está previsto para fines de octubre en los cines de España, esperemos que pronto llegue también a Uruguay

Y lo cierto es que a Mario Casas no lo detiene ni siquiera el Covid-19 porque desde su debut en la serie juvenil SMS en el 2006 no ha parado de darnos material.

Su último estreno fue «Hogar» de Álex y David Pastor, que protagoniza junto a Javier Gutiérrez y la podemos disfrutar en Netflix, al igual que «Contratiempo«, «El fotógrafo de Mauthausen», «El Bar», «Bajo la piel del lobo», «Palmeras en la nieve» y otras.

Para lo que queda del 2020 además de «No matarás» le queda por estrenar «El practicante» una película del género thriller donde interpreta a un técnico en emergencias sanitarias que trabaja a bordo de una ambulancia, y luego de un grave accidente que lo obliga a permanecer en una silla de ruedas se obsesiona pensando que su pareja lo engaña. Esto lo lleva a vivir un auténtico infierno.

Y, por último, «El inocente» una serie del género drama basada en la novela del mismo nombre escrita por Harlan Coben donde se narra la historia de Mateo, un joven que al intentar mediar en una pelea acaba matando a alguien de manera accidental. Después de cumplir una condena de nueve años intenta seguir con su vida hasta que su pareja recibe una llamada que vuelve a poner la vida de Mateo en peligro.

Les comparto el Tráiler oficial de «No matarás» y me cuentan qué les parece.

The Broken and the Bad – La nueva docuserie inspirada en el universo «Breaking Bad»

Por Luciana Rodríguez

¿Qué tan lejos de la ficción está el mundo de «Breaking Bad» y «Better Call Saul»?

Esta es la pregunta que nos plantea Giancarlo Sposito (Gustavo Fring) para presentarnos su nuevo Show, una docuserie de 6 capítulos inspirada en el universo de estas series.

Todos sabemos que el mundo de las drogas es una fuente inagotable de material para el mundo cinematográfico, lo que comenzó en «Breaking Bad» y continuó en «Better call Saul» ahora tiene lugar en «The Broken and the Bad», serie documental inspirada en los personajes, situaciones y temas más memorables de ambas series. Los seis episodios siguen: a un abogado muy similar a Saul Goodman de la vida real, un estafador convicto, a la contrapartida de «Hank Schrader» quien patrulla los túneles del cartel de drogas entre los Estados Unidos y México, al lugar que inspiró la enfermedad del personaje «Chuck McGill, una zona libre de radio en West Virginia, lugar seguro para aquellos que sufren de «hipersensibilidad electromagnética», a un equipo de limpieza de laboratorio de metanfetaminas, y por último la historia de un hombre de familia que tenía múltiples identidades para llevar a cabo actividades delictivas.

«The Broken and the Bad» se estrenó el pasado 9 de julio por la cadena AMC, y sus episodios se pueden ver libres (hay restricciones por zona) en amc.com

Quienes no pertenecemos a estas zonas estaremos esperando ansiosos para que se estrene en Netflix o alguna cadena de televisión o streaming a la que podamos acceder.

Atleta A – El abuso detrás de la perfección

Por Luciana Rodríguez

A primera hora de la mañana, mientras desayunaba tranquila, en ese momento en que la casa está en silencio y aprovecho a leer las noticias, me encuentro con la triste historia de Choi Sook-hyeon, una triatleta sur-coreana de veintidos años que se quitó la vida luego de haber recibido agresiones físicas y verbales por parte de su entrenador y un médico del equipo durante largo tiempo y no encontrar ningún tipo de respuesta por parte de las autoridades luego de las múltiples denuncias que realizó.

Justamente hace dos días miré en Netflix el nuevo documental recientemente publicado llamado «Atleta A».

En el mismo se relatan los múltiples acosos físicos y psicológicos que recibieron las niñas gimnastas olímpicas estadounidenses de parte de sus entrenadores y los abusos sexuales que perpetraba el Dr. osteópata Larry Nassar cuando realizaba «masajes terapéuticos» a las niñas.

Estos abusos salieron a la luz después de que un equipo de reporteros de «The Indianapolis Star» publicara un artículo sobre los maltratos dentro de Usa Gymnastic, donde las denuncias de las afectadas permanentemente eran ignoradas por los directivos del gimnasio, la Federación e incluso por el FBI.

Todo esto removió algo de mi propia historia en el deporte.

Un día del año 1995 cuando tenía once años decidí que no iba a seguir haciendo patín. Hacía siete años (cuando apenas tenía cuatro) había comenzado en un club del barrio donde vivía . Todo empezó como un juego, un lugar al que iba, disfrutaba de algo que me gustaba, me divertía y de paso practicaba un deporte. Con el pasar del tiempo me mudé y esa mudanza implicó cambiar de lugar de entrenamiento. Comencé nuevamente en un club de barrio pero con otras características, esta nueva profesora tenía un perfil «profesional», estaba federada y llevaba a sus patinadoras a competición. Lo que había comenzado como un juego, una diversión se estaba tornando en un deporte profesional de competencia.

En un primer momento todo marchaba bien, yo era una niña petisita y robusta, a mis padres se les comunicó que tenía «condiciones» para este deporte y cuando nos dimos cuenta los entrenamientos y requisitos se fueron incrementando. Pero ese no era el gran problema, lo triste pasaba por otro lado.

Ese día del 95, con once años decidí que no quería volver a subirme a un patín, que no quería volver al club y que no quería volver a ver a esa mujer. Si bien con esa edad no lograba entender por qué todo ese tema me generaba tanto odio había algo dentro de mí que sentía que lo que sucedía no estaba bien, patinar ya no me hacía feliz y tampoco era divertido.

Hasta el día de hoy recuerdo sus ojos claros, sus pecas, sus arrugas, y el aliento a goma quemada que despedía su boca de dientes amarillos cada vez que me decía «gorda», «inútil», «si no dejas de caerte nunca vas a calificar», «cuando mires a los jueces tu puntaje va a ser cero», «no sos buena para nada», «sos un desastre». Otro asunto inolvidable son los constantes controles que nos realizaba, la balanza, el metro, las palabras descalificadoras cuando subías de peso. Sus manos sacudiendo mis brazos cada vez que no lograba saltar y caer de forma correcta, la violencia con que «nos ayudaba» a estirar nuestras piernas. El tirón cuando te levantaba del piso después de una caída.

Nunca hubo una palabra de aliento, nunca un mensaje de orgullo, nunca una felicitación, ni siquiera cuando logré medalla de plata y fui la única ganadora del club. Recuerdo su cara de desprecio, sus desaires, su mal humor.

Obviamente mi experiencia no se compara con el de las chicas de esta serie, no fui víctima de un abuso de carácter sexual, pero sí fui víctima de un abuso psicológico y en alguna que otra oportunidad físico.

El tiempo pasó, hoy con treinta y seis años puedo reflexionar y darme cuenta de que todo lo que te sucede en la vida, sobre todo en la infancia te deja marcas. Determinadas conductas y pensamientos del día de hoy, como nunca lograr estar conforme con el físico, sentir que no das la talla en ningún sitio, estar continuamente obsesionada con la perfección y la baja autoestima seguramente sean cicatrices de esos días en los que una señora decidió que tratarnos así nos iba a hacer mejores patinadoras.

El único consejo que puedo dejarles hoy en día, como madre, es que nunca dejen a sus hijos solos en instituciones deportivas, muchos sitios tienen como excusas que los niños se distraen con la presencia de sus padres, que pierden la concentración, yo no confiaría. Ninguna medalla, reconocimiento, ni logro vale más que una psique sana.